Will le da de comer a Maya, su hija de 8 meses. Por un momento pausa y Maya usando sus manos hace el signo de “más”. Will se ríe. “¿Quieres más? ¡Bueno, aquí viene! “. Cuando el tazón está vacío, Will señala y dice “Se acabó. Maya se comió toda la comida. Se acabó todo.” Maya lo mira y sonríe.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

Los niños desarrollan conceptos y habilidades de matemáticas muy temprano en la vida. Desde el momento en que nacen, los bebés comienzan a construir ideas sobre las matemáticas a través de experiencias cotidianas y, más importante aún, a través de las interacciones con adultos de confianza.  El lenguaje – la forma en que hablamos con los bebés y los niños pequeños sobre ideas de matemáticas, por ejemplo, palabras como más, vacío y lleno – tiene gran importancia.

¡Las matemáticas existen en todas partes!

Usamos un vocabulario de matemáticas básico todo el tiempo, sin darnos cuenta. Por ejemplo, cuando separamos la ropa por color, usamos los conceptos matemáticos de clasificar. Cuando llevamos la cuenta durante un juego y determinamos cuánto se adelanta o atrasa nuestro equipo (número y operaciones), o le damos a alguien direcciones para ir de un lugar a otro (relaciones espaciales), eso es matemáticas. Constantemente usamos palabras de comparación (medición) como grande y pequeño y usamos patrones para explicar el orden de las rutinas y actividades diarias (“Nos lavamos los dientes después del desayuno”). Con nuestros niños, jugamos y cantamos canciones que usan números y cuentas (como “Uno, dos, abrocha mi zapato”).

Incluso sin el apoyo de uno, los bebés y niños pequeños usan conceptos de matemáticas para dar sentido a su mundo. Por ejemplo, los bebés como Maya señalan cuando quieren más comida. El más es uno de los primeros conceptos matemáticos que entienden los niños. Los bebés indican, a menudo de forma dramática, que saben la diferencia entre los adultos conocidos y los desconocidos (clasificando). Los niños pequeños tratan de subirse a cajas de varios tamaños (relaciones espaciales) y decir palabras y frases de cuentos o canciones familiares que utilizan la repetición (patrones).

Podemos lograr que las matemáticas que ocurren en la vida diaria sean visibles para los niños a través de la charla de matemáticas. Cada día tenemos numerosas oportunidades para ayudar a los niños a ampliar su comprensión de los conceptos matemáticos. Entre más hablemos a cerca de las matemáticas, más oportunidades tienen los niños de construir una actitud positiva hacia el aprendizaje de las matemáticas y el aprendizaje en general.

Conceptos básicos de matemáticas

Al conocer los primeros conceptos de matemáticas, uno puede ser más consciente en sus interacciones diarias con los bebés y niños pequeños. Aquí hay cinco conceptos básicos de matemáticas que pueden ser incorporados en las conversaciones diarias con bebés y niños pequeños.

1. Los números y las operaciones: comprender el concepto de números, la cantidad, el orden, las formas de representar los números, la correspondencia de uno a uno (que un objeto corresponde a un número) y el conteo.

2. Figuras geométricas y relaciones espaciales (geometría): identificar y nombrar las figuras geométricas, entender la relación física entre uno mismo y otros objetos y las relaciones entre los objetos.

3. Medidas: tamaño, peso, cantidad, volumen y tiempo.

4. Patrones, relaciones y cambios – reconocer (observar las relaciones que constituyen un patrón) y/o crear repeticiones de objetos, eventos, colores, líneas, texturas y sonidos; entender que las cosas cambian con el tiempo y que el cambio puede ser expresado con un vocabulario matemático. ¡Estos son los componentes básicos del álgebra!

5. Colectar y organizar la información – juntar, clasificar y analizar la información (datos) para ayudar a dar sentido a lo que está pasando en el medio ambiente.

Inténtalo.

Hable de las matemáticas con su hijo de forma habitual. Por ejemplo, el momento de cambiar los pañales, la hora de la comida y del baño, los paseos por el vecindario y las salidas de compras son momentos ideales para contar, identificar figuras geométricas y tamaños, hablar de patrones y describir cómo las cosas son iguales y diferentes.

Haz una lista de palabras y frases de matemáticas. Colócala en el refrigerador o en algún otro lugar a mano para recordarte que debes aprovechar las oportunidades de hablar de matemáticas.

La charla de matemáticas enriquece las experiencias de aprendizaje cotidianas de los bebés y los niños pequeños. Se sorprenderá de lo mucho que saben y pueden aprender. Su charla de matemáticas de hoy puede ayudar a sus hijos a tener éxito en las matemáticas a medida que crecen.

 

Original English Article – Math Talk With Infants and Toddlers

Anime a los niños de edad escolar a crear una colección.  Pídales que usen un recipiente o una bolsa para recolectar algunas cosas que encuentren en la naturaleza, o pueden recolectar varias piezas de juguete suelto o materiales de arte y artesanía en su casa.  Pídales que clasifiquen la colección de diferentes maneras. Invite a los otros niños a ver la colección y a intentar descubrir el patrón de clasificación.  Motívelos a clasificar sus colecciones de varias maneras y que describan las reglas que han establecido para la clasificación.

 

Objetivo: Los niños practicarán a clasificar materiales por diferentes atributos y a describir las diferentes características de los materiales en una colección.

Explora tu vecindario o patio si esta disponible y encuentra hojas o pétalos, luego una vez adentro diviértete con estas 5 actividades

  1. CLASIFICAR:  Pídele a los niños que clasifiquen las hojas y pétalos como quieran y luego que les expliquen a los otros niños cuál era su regla de clasificación. (Por ejemplo, un niño puede clasificar por color mientras que otro lo puede hacer por figura).
  2. CONTAR:  Cuenta las hojas y pétalos que cada niño ha recogido, o el número de hojas o pétalos en cada categoría de la actividad de clasificación.
  3. FROTAR: Haga un frotamiento de hojas colocando un papel encima de una hoja con la vena hacia arriba; utilice el lado de un crayón para frotar la hoja sobre el papel y revelar el patrón de la vena.
  4. PRENSAR: Haga que los niños arreglen las hojas y pétalos en un pedazo de papel encerado y coloque otra hoja de papel encerado encima.  Una persona mayor puede usar una plancha para unir los pedazos de papel encerado y sellar las hojas por dentro.  (También se puede usar papel de contacto transparente).
  5. CREAR: Los niños pueden pegar hojas y pétalos en el papel formando figuras de insectos, animales, pájaros o lo que se les ocurra.  Pueden usar marcadores para agregar detalles a su creación.