Leer con los niños tiene tantos beneficios…
Pero puede ser difícil mantener el interés de un grupo de niños. He aquí algunas formas de hacer que tus ratos de cuentos atraigan más a los niños y les ofrezcan los beneficios que pueden aportar los libros.
- Elige literatura de alta calidad. Si tú te aburres leyéndolo, ellos se aburrirán escuchándolo. Busca ilustraciones interesantes, personajes característicos, ritmo y rima divertidos y elementos relacionables.
- Conserva los libros que obtengan una buena respuesta y archiva los que aún no capten su interés. Rota los libros cuando se estén quedando anticuados y sigue intentándolo.
- Utiliza tu biblioteca local para mantener una rotación activa y probar nuevos autores, ilustradores y géneros. Además, los bibliotecarios infantiles pueden tener sugerencias de libros para leer a continuación.
- Los libros deben estar en todas partes. Sí, una estantería o una cesta con libros es importante para que los niños tengan acceso a ellos, pero guarda libros sobre física y grandes edificios con los bloques, guarda libros sobre plantas en una caja impermeable en el exterior y guarda libros de cocina con tu cocina de juegos.
- La hora del cuento no es una hora fija: ¡es cuando alguien quiere leer! Hay que dejar que los niños se interesen por los libros cuando estén interesados y preparados, y los niños a los que se permite elegir libremente cuándo escuchar un cuento disfrutarán más de ellos. Además, no siempre se puede saber quién está prestando atención sólo por dónde está su cuerpo: muchos educadores han oído a un niño al otro lado de la habitación unirse al coro de un cuento.
- La última página no es una línea de meta: El objetivo es implicar a los niños en el texto. Tanto si eso significa dejar un libro que no interesa a los niños, como hablar con ellos durante 5 o 10 minutos sobre una sola página, recuerda que no se trata de una carrera hasta el final. Cuando los niños hacen preguntas o se salen por la tangente en relación con el tema o relacionan la historia con sus propias experiencias, están interiorizando la riqueza del texto y su uso como herramienta de comunicación y conexión.
¿Cuál es tu libro favorito para leer con un grupo de niños?
Bringing or building musical instruments outside can be a great way for children to practice coordination, creativity, rhythms, and tones in a setting that allows them to create a great range of auditory experiences.
To deepen children’s thinking, encourage them to hit different parts of their drum with the stick to see if the sound changes; note when they make louder/softer sounds, and how the achieved it; and help them to create and test hypotheses about how changing their instrument will change the effect (i.e. what would happen if you put a leaf on your drum, and hit that with the drum stick?). By exploring these different traits of the music they create, children are learning about differences in tone and volume, two important concepts within musicianship. As they drum and dance, they are also practicing bilateral coordination (moving both sides of their bodies at the same time), a big skill for pre-writing.
Your instruments don’t need to be complicated. Some boxes and sticks can go a long way! Consider also including recycled cans (with sharp edges covered!), making shakers from water bottles and beads, or wooden spoons —see LOTS more ideas for a variety of ages here.