A medida que el tiempo se calienta, es importante ser consciente de cómo mantener a los niños (¡y a nosotros mismos!) a salvo del calor y la humedad. Cuando el índice de calor (“sensación térmica”) supera los 90° F, los niños son especialmente vulnerables a las afecciones relacionadas con el calor. Este gráfico del Servicio Meteorológico Nacional muestra cómo se calcula el índice de calor y cuándo las temperaturas se vuelven peligrosas.

Algunas formas de mantener seguros a los niños cuando hace calor (consejos de los CDC y HealthyChildren.org):