A medida que el tiempo se calienta, es importante ser consciente de cómo mantener a los niños (¡y a nosotros mismos!) a salvo del calor y la humedad. Cuando el índice de calor (“sensación térmica”) supera los 90° F, los niños son especialmente vulnerables a las afecciones relacionadas con el calor. Este gráfico del Servicio Meteorológico Nacional muestra cómo se calcula el índice de calor y cuándo las temperaturas se vuelven peligrosas.
Algunas formas de mantener seguros a los niños cuando hace calor (consejos de los CDC y HealthyChildren.org):
- Traslada el tiempo al aire libre a las primeras horas del día, antes de que el sol esté alto.
- Aplícate y vuelve a aplicarte protector solar: las quemaduras solares pueden provocar deshidratación e impedir que el cuerpo regule la temperatura adecuadamente. La protección solar es importante para personas de todas las etnias y tonos de piel.
- Ten agua potable accesible en todo momento, y fomenta (¡y modela!) las pausas frecuentes para beber agua.
- Recomienda a las familias que vistan ropa holgada, ligera y de colores claros. Utiliza ropa protectora contra los rayos UV y sombreros para mayor seguridad.
- Mantente fresco con juegos acuáticos seguros. Un aspersor, botellas nebulizadoras o una mesa de agua pueden ayudar a regular la temperatura corporal y mantener a todo el mundo de buen humor.
- Conoce los signos de las enfermedades relacionadas con el calor y prepárate para actuar en consecuencia.