“¡Teddy se llevó mis trenes!”
“¡Te alejaste de ellos, y si no estás, otra gente puede utilizarlos!”.
“No, seguía usándolas. Sólo necesitaba mi botella de agua”.
La eterna lucha del niño en edad preescolar… necesitar un descanso, pero no querer perder los juguetes. ¡Y el educador que quiere que se recojan los materiales si nadie juega con ellos!
Introduce: la ficha de trabajo en curso.
Cada niño tiene la oportunidad de crear una tarjeta que le simbolice. Los niños mayores pueden querer escribir una letra o su nombre completo, los más pequeños pueden dibujar un símbolo o hacer un garabato.
No se trata sólo de practicar escribiendo nombres, como puede parecer a primera vista. Los niños aprenden la utilidad del lenguaje escrito y de los símbolos, y el poder de la comunicación escrita. Esto también les permite trabajar juntos para colaborar y compartir materiales, primero asumiendo la responsabilidad de su trabajo y luego hablando sobre cómo satisfacer las necesidades de todos.
Es útil predeterminar los parámetros de uso; ¿puede un niño utilizar una tarjeta de trabajo en curso para guardar algo durante la siesta? ¿Y hasta el día siguiente? ¿Pueden utilizarse sólo en un momento determinado del trabajo, o en cuanto se recogen los materiales? ¿Puede un niño tener varias obras en curso?
Para apoyar la capacidad de los niños para resolver problemas juntos, considera estas directrices iniciales como flexibles, y ayuda a los niños a pensar si están de acuerdo o no. Éste puede ser un tema para una reunión de grupo, o quizá sólo una discusión sobre la marcha.
Preguntas de reflexión
- ¿Las tarjetas de trabajo en curso resolverían un problema que tengo ahora mismo en mi entorno?
- ¿Cómo se los presentaría a los niños a mi cargo?
- ¿Cómo puedo hacer un seguimiento del uso de las tarjetas de trabajo en curso para realizar los ajustes necesarios?